Rafael Rumich (17 de noviembre de 1947- 3 de mayo de 2019) fue un escritor y periodista argentino. En su provincia natal, Formosa, se desempeñó en distintas funciones relacionadas con la actividad cultural y educativa, y a lo largo de cinco décadas se dedicó a la investigación del amplio y original patrimonio correspondiente a la cultura popular, tradicional y oral formoseña.

Se abocó a la difusión del material obtenido mediante las indagaciones efectuadas sobre dicho acervo sociocultural, mostrando el particular reservorio, tangible e intangible, del que es depositaria, a lo largo y ancho de su extenso territorio, dicha provincia.

Asimismo, a fin de lograr un pensamiento y una práctica amplia que facilite la tarea de investigación, realizó estudios relacionados a la filosofía y distintas disciplinas pertenecientes a las ciencias sociales y las humanidades.

Debido a los nuevos ámbitos de reflexión que han surgido durante el transcurso de los últimos años, especialmente en torno a la epistemología y axiología, situación que por su complejidad exige el empleo de nuevas perspectivas y puntos de vista que indudablemente han de servir a la construcción de conocimiento científico, Rafael Rumich trabajaba en la elaboración de nuevas herramientas que le otorgan a la Ciencia del Folklore, desde una postura holística, la posibilidad de intervenir en un procedimiento interdisciplinario y transdisciplinario, propiciando de esta manera, un óptimo y conveniente tratamiento que por su importancia precisa la cultura tradicional y popular que involucra en su totalidad al patrimonio folklórico.

En mérito a su labor a favor de la cultura que nos otorga identidad a los argentinos, especialmente por su obra escrita, fue distinguido con diversos premios a nivel provincial, regional y nacional.

El Folklore en la curricula de la Educacion local por Rafael Rumich

Reflexiones del autor

“¿Qué es el folklore? Esta simple pregunta que nos introduce al ámbito de la reflexión, ya constituye un acto filosófico. Según la historia de la filosofía el hombre creó el pensamiento racional (logos) cuando percibió asombrado las cosas que conformaban la realidad en que estaba sumergido. Este fue el móvil que despertó su atención e interés por racionalizar y conocer las causas que provocaban el origen y la existencia de cada una de ellas.

Durante ese trance histórico y los acontecimientos que se fueron sucediendo posteriormente, no quedó de lado el simple mirar, pero los que estaban descubriendo el potencial y las facultades del razonamiento iban ingresando a un nuevo mundo, el del pensamiento, ocasionado fundamentalmente por el advenimiento de la admiración.

Mediante dicho proceso se estaba construyendo la mente humana y el hombre ingresaba a una nueva etapa de su existencia y relación con la sociedad.

Tal hecho, descrito metafóricamente por Platón en uno de sus últimos diálogos, el Teeteto; marcó el reemplazo de un largo tiempo de relatos simbólicos en que los dioses eran los responsables de todas las peripecias que le acaecían al hombre, por uno nuevo, donde las personas empezaban a tener preponderancia sobre sí mismas, el control de sus conductas, como así también, la asunción formal respecto a las decisiones y consecuencias de sus propias acciones.

Dicho proceso fue considerado como el paso o cruce del mito al logos, pero, con el tiempo se comprobó que mithos no se extinguió como componente de un estadio agotado y, por ende, superado, sino que se refugió en las profundidades de la mente humana, hasta que Freud lo descubrió habitando en el inconsciente y Jung lo detectó como el polizonte que viaja en el tiempo, de generación en generación, a través del inconsciente colectivo.

Desde entonces, ciencias como la psicología, la lingüística, la antropología, la semiótica, la neurología, entre otros, entendieron que mithos y logos residen juntos, teniendo como vehículo de expresión y comunicación con el exterior, la palabra. Ambos compiten y alternan, fusionándose a veces, o prevaleciendo, en otras ocasiones, uno sobre el otro, pero nunca ninguno de los dos termina por lograr una absoluta supremacía. Del cómo se conectan ambos factores y qué construyen juntos, alimentándose mutuamente mediante una puja por ganar la total dominación del espacio que comparten, ha dado lugar a ese compuesto indefinido que desde 1846 llamamos folklore. En definitiva, el folklore es hijo de esa controversia; dos padres que siguen divorciados, pero que de noche cohabitan la misma alcoba. Por eso las pulsiones que tienen asidero y se constituyen a partir de ese elemento biopsíquico que denominamos folklore, que existe por sí mismo y es soporte de sus cualidades o accidentes, emergen con mayor fluidez y consistencia especialmente mientras dormimos, a través del sueño, manando desde los infinitos recovecos y vertientes que componen el mundo onírico. Despiertos, bajo el influjo de esa energía psíquica profunda, esta orienta nuestro comportamiento hacia un fin, a veces consciente, otras no, y presiona por descargar todo su vigor hasta conseguir su propósito; de allí que la mayoría de tales impulsos se corporizan a través de creaciones materiales, pero fundamentalmente se modelan mediante las concepciones o bienes que categorizamos como espirituales. Son las que se ponen de manifiesto, plasman y pasan a formar parte del mundo real, como así también, del imaginario colectivo; los que alimentan el arte y otorgan movilidad estética a través de la inspiración y la renovación constante, aquello que parece cambiar pero permanece firme en cuanto a su esencia original, porque está sujeto a la naturaleza del colectivo humano, que deviene instintivamente desde antes que el hombre se constituyera como ser humano y que, sin dudas, seguirá viajando con él, en lo más profundo de su mente, por más que su organismo mute y la sociedad se transforme al influjo de la ciencia o la tecnología, y el medio ambiente cambie por influencia de la nueva era geológica que ya hemos comenzado a transitar. Estas cuestiones que, por su intento de volver permanente al sitio original a través del inconsciente colectivo, procurando ceñirse y atarse al punto inicial mediante una tendencia y un recorrido atávico, son del dominio del religare, instalando un espacio para que ineludiblemente actúen en él la reflexión y especulación filosófica, dos herramientas creadas por el hombre para destrabar y tratar de resolver este tipo de incógnitas. De igual manera, abre puertas para albergar a las ciencias a fin de que intenten hallar explicaciones, o, al menos, ensayar interpretaciones. Pero es el arte el que logra el mejor camino de expresión, sin ninguna duda, porque es la manifestación que permite canalizar libremente la sensibilidad humana y exteriorizar sin limitaciones todo el mundo interno que bulle en la mente.

Ahora bien, lo que nunca vamos a poder dejar de pronunciar es ¿por qué? Ese cuestionamiento y la búsqueda de respuestas le corresponden solamente a la filosofía.

A través de la historia de la filosofía podemos enterarnos del trayecto recorrido por este saber. Somos universales y locales, locales y universales, porque tenemos y compartimos características generales del ser humano, pero, al mismo tiempo, particularidades que vamos desarrollando individual, grupal y comunitariamente.

El folklore, por su parte no es ciencia solamente, puesto que los fenómenos y hechos que componen el complejísimo conjunto de elementos que integran dicha materia, precisan de una mirada e intervención mega y transdisciplinaria. Por la constitución de dicho material y sus características generales, abarcando toda la especie humana, el folklore es universal, pero por ser el hombre una entidad biopsicosociocultural que en cada sitio del planeta presenta sus propias particularidades, corresponde ser estudiado desde una perspectiva local y no solamente desde un punto de vista, aquel que parcializa la realidad, sino desde una postura holística que no deje afuera nada ni excluya a nadie. De ahí que podemos hablar de características humanas que se dan en todos los seres de nuestra especie, en mayor o menor grado, pero que toman formas definidas y concretas en lo local. En ello reside la importancia del folklore: constituye lo amplio o extenso y lo común, local o concreto.

Discernir sobre todo esto, tratar de encontrar las primeras y últimas causas es lo que dio lugar hace más de 2.500 años a que surja la filosofía y mientras exista el hombre, éste seguirá preguntándose y cuestionando cosas. Es momento, entonces, que empecemos a razonar convenientemente en torno al folklore. Si nos atrevemos a mirar y abordar esta cuestión desde dicho sitio, entonces comprenderemos la importancia y alcance que posee.”

RAFAEL RUMICH

Extracto del libro “Folklore Formoseño. Historia y evaluación de su estado actual.”

Rafael Rumich

Actividades destacadas:

Delegado del Ateneo Folklórico de Cosquín en la Provincia de Formosa (1969-1973).

Prosecretario de la Comisión Directiva del VII Simposio de Folklore, Cosquín, Córdoba (1969).

Miembro de la Comisión Directiva del VIII y IX Simposio de Folklore, Cosquín, Córdoba (1970 y 1971 respectivamente).

Secretario de la Comisión de Estudios "La enseñanza del Folklore en las Escuelas", del Primer Congreso Argentino de Folklore, organizado por el Centro Argentino de Investigadores del Folklore. Aprobación del trabajo "Fundamentación para la Introducción del Folklore en los planes de los distintos niveles del Sistema Educativo Argentino" Jesús María, Córdoba (1977).

Miembro de la Comisión Directiva del Congreso Nacional de Folklore, organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación, el Gobierno de la Provincia de Formosa y la Municipalidad de Laguna Blanca, Formosa (1979).

Miembro del Consejo de Redacción y columnista de la revista Ser Formoseño (órgano de difusión de la Dirección de Cultura de la Provincia de Formosa).

Delegado del Fondo Nacional de las Artes (2006-2015).

Organizador y Presidente de la Academia de Folklore de Formosa (2011-2012).

Académico correspondiente de la Academia Nacional de Folklore de la República Argentina.

Libros
Las siguientes, son algunas de las obras publicadas por el autor:
El Ser Formoseño, de Rafael Rumich

EL SER FORMOSEÑO

Año 2007. 301 páginas.
"EL SER FORMOSEÑO es un texto que fue obteniendo forma de ensayo luego de transitar por los sinuosos senderos del pensamiento reflexivo. Como toda obra que fue modelándose a partir de los vaivenes del razonamiento, no se ajusta demasiado a las exigencias canónicas, incluso no se encuadra en un género específico, literario, filosófico, ni científico. Sin ser original, trató que la forma no atrapara el contenido, reduciéndolo. Por lo tanto, ha procurado constituirse en un libro libre, capaz de ingresar al mundo interno de los jóvenes y alternar con sus espíritus. Como su nombre expresa, trata de reflexionar en torno al Ser Provincial del Formoseño. Ese es su propósito; busca, por distintos caminos especulativos, las respuestas que acerca de él se pueden encontrar. Para llegar a destino, en un viaje que recién comienza, fue grunete y polizón, y recorrió los mares por donde surca el pensamiento intentando acceder al Ser en sus distintas variantes, comprendiendo que para ser hay que estar, y que ese estar siendo precisa de algo en que sostenerse, llámese Mamá Pacha o Mamá Gea, las dos son vida, hogar, matriz y amor. En ese sitio, nuestro sitio, estamos obligados a Ser con plenitud."

El Ateneo Folklórico de Cosquín, de Rafael Rumich

EL ATENEO FOLKLORICO DE COSQUIN

Año 2012. 96 páginas
"Hace cincuenta años, en enero de 1962, en el corazón del Valle de Punilla, los miembros de las delegaciones provinciales asistentes al Segundo Festival Nacional del Folklore firmaban en Cosquín una proclama en la que se declaraba la Independencia Espiritual de la Patria. Junto con esa proclama nacía el Atenéo Folklórico de Cosquín.(...) En esos días de enero del 62, en el seno del Ateneo, la novel institución que surgió para constituirse en el ámbito destinado al análisis e intercambio de conocimientos folklóricos, tuvo lugar un prolongado debate sobre cuestiones de la cultura tradicional y popular, su estudio y las proyecciones estéticas inspiradas en dicho patrimonio, que daría origen al primer Simposio Nacional de Música y Danza Folklórica y Tradicionales Argentinas, llevada a cabo el año siguiente.(...) El autor de esta obra, ha querido reseñar los momentos iniciales de la vida de esta señera institución, mostrar su trascendencia y, asimismo, rendir un sinsero y cálido homenaje al que se hicieron acreedores intelectuales que, sin diferencia de género ni de edad, se dedicaron con ahínco, capacidad y una acendrada generosidad a construir, sostener y acrecentar los conocimientos que afirman la importancia de la cultura popular y tradicional que otorga identidad a quienes habitamos el amplio suelo argentino.(...) "

El Folklore, Hoy, de Rafael Rumich

EL FOLKLORE, HOY

Año 2012. 81 páginas
"(...) Lo que se propone el autor en esta obra es trabajar el folklore desde un enfoque actual, indagando desde la filosofía y la ciencia, con las herramientas que ambos saberes ofrecen en la actualidad y de acuerdo a la mirada holística que precisan las complejas realidades en que hoy estamos sumidos. Según Rumich, tenemos que asumir y aceptar las exigencias que imponen los contextos socioculturales vigentes, inmersos en realidades complejas. De allí que el autor, además de nutrirse del material obtenido durante más de 45 años de constante investigación, indaga en el actual proceso que desarrolla el original movimiento cultural que tiene lugar a partir de 2009 en Argentina y países de Suramérica y que, además de llevar adelante una tarea de inclusión y consenso de todos los sectores comprometidos con la cultura tradicional y popular, brega por darle al folklore una respuesta favorable a su condición de ciencia, especialmente por dedicarse al estudio del patrimonio sociocultural que nos otorga identidad individual y colectiva y, asimismo, por ser el proveedor del material en que abrevan y se sustentan las diversas proyecciones folklóricas."

Cantos Con-juntos, de Rafael Rumich y Carlos Molinero

CANTOS CON-JUNTOS

Rafael Rumich y Carlos Molinero. Año 2012. 124 páginas. "Este libro es producto del arrebato (¿Qué mejor opción anímica para vivir? puede uno preguntarse). Sus autores reconocen: 'Cuando concebimos la idea de escribir este poemario acordamos hacerlo con alegría, recurriendo a nuestras aptitudes lúdicas; convenimos disfrutar la actividad emprendida y que, además de incorporar al texto nuestros correspondientes logros poéticos, interlineemos las mismas con total libertad, buscando nuevas formas de expresión. De inspiración.'(...) El resultado de este emprendimiento conjunto, fue un extenso diálogo poético en el que alternativamente se combinaron ideas, pensamientos y el sentir de dos personas. 'Es la experiencia textual que buscábamos alcanzar -enuncian-, es decir, un vínculo conversacional entre concepciones de dos autores, generando representaciones capaces de suscitar derivaciones en la percepción por la inclusión de nuevas nociones y significados'. Lo que en definitiva se ha intentado ha sido una conexión hacia el interior de lo producido permitiendo que ambos pensamientos dialoguen. (...) El hombre, en su condición de individuo es una consecuencia sociocultural forjada por el grupo humano al que pertenece y la época en que transcurre su existencia. Sus modos de ser y manifestaciones serán el resultado de las vivencias que le tocaron experimentar en el medio en que vivió, dada la estrecha relación mantenida con los otros miembros del entorno social. Y de su acción en él...cuando se atreve a abrir o ensanchar camino."

Retazos de un paisaje señalado, de Rafael Rumich

RETAZOS DE UN PAISAJE SEÑALADO

Año 2013. 124 páginas
"(...) Nuestro Oeste, hasta ayer silencioso y espinudo, acunado por las voces agrestes de copleros de amanecidas...engalanado por el paisaje blanquecino de zambas, gatos y chacareras...retumbando su cuero terreno como bombo legüero bajo los cascos ariscos de esos centauros llamados corredores del monte, en medio de la noche embrujada por el sonido de los violines sacheros... Nuestro Oeste, vestido de azuquiales, palosantales, con los desechos como venas, tejiendo ese mundo mágico, inconmensurable, único, lejano. Nuestro Oeste, hoy, con el agua atravesando toda su geografía, como venas bullendo intensas, como columnas acuáticas prestadoras de vida...(...) El Este, nuestro Este, de románticas serenatas bajo la enramada en noches de luna llena, de poras, caraí phuijaré, de añá pucú y yasí yateré, de lagunas y esteros que el viento norte les pone piel de yacaré... nuestro Este de chacras y gente laboriosa doblada sobre la mancera...el del quibebé...el guiso popó... el cocido quemado... de la polca, el chamamé, el santa fe, la cuadrilla, los lanceros y el pericón... de la dulce lengua guaraní... como el ñangapiry... enamoradiza y retozona, sentenciosa y cauta, guardando como un cambuchí la frescura y la sabiduría del pueblo. Nuestro Este, hoy, reconociéndose turística en la centenaria vuelta de Herradura... arrocera en su idilio con las aguas granas del caudaloso Bermejo..."

Folklore formoseño, de Rafael Rumich

FOLKLORE FORMOSEÑO

Año 2014. 84 páginas
"(...) Corresponde incentivar la investigación del amplio y original patrimonio correspondiente a la cultura popular, tradicional y oral formoseña. Todo el bagaje obtenido mediante las indagaciones efectuadas acerca de dicho acervo psicosociocultural merece ser difundido, mostrando el particular reservorio, tangible e intangible, del que es depositaria, a lo largo y ancho de su extenso territorio, la provincia de Formosa. Debido a los nuevos ámbitos de reflexión que han surgido en la actualidad, especialmente en torno a la epistemología y las metodologías de investigación, situación que por su complejidad exige el empleo de nuevas perspectivas y puntos de vista que, indudablemente, han de servir a la construcción de nuevos conocimiento científico, se debe trabajar en la elaboración de nuevas herramientas que le otorgan a la Ciencia del Folklore, desde una postura holística, la posibilidad de intervenir en un procedimiento interdisciplinario y transdisciplinario, propiciando de esta manera, con un óptimo y conveniente tratamiento que por su importancia, precisa la cultura tradicional y popular que involucra en su totalidad al patrimonio folklórico de Formosa y las regiones en que está inserta."

Reflexiones finales de Daniel Viola en la presentación del libro Folklore Formoseño de Rafael Rumich

DANIEL VIOLA
- Reflexiones finales en la presentación a su cargo del Libro "Folklore Formoseño" de R. Rumich. Formosa, 2017 -

 En Simposios de Cosquín y Congresos de Folklore, Rafael Rumich con: Jorge Cafrune, Isaías Shitaky, Justo Lindor Olivera, Edgar Romero Maciel, Florencio Lopez, Roberto Mutio, Santos A. Sarmiento, Miguel López Bread, Horacio Rava, Lázaro Flury, Ramón Viveros, Domingo Bravo y Celindo Mercado.